Somos la generación de la desgana, de la falta de pasión, la que no tiene ni usa símbolos, la desorientada, la que huye a la mínima, la que no soporta ninguna afrenta, la tutelada, la incapaz…
Somos la generación de la desgana, de la falta de pasión, la que no tiene ni usa símbolos, la desorientada, la que huye a la mínima, la que no soporta ninguna afrenta, la tutelada, la incapaz…
La escalada de decisiones torpes e inútiles en la que parecen estar atrapados ciertos dirigentes de esta nuestra querida España, roza el absurdo más bochornoso con la prohibición de entrar a ver la final de la Copa del Rey con una estelada en la mochila. El Ministerio del Interior lo ha vuelto a conseguir: ha calentado un patio ya de por sí más que calentito y el único que parece no sentirse quemado, ni achicharrado, el señor ministro.