Los clichés históricos nos han hecho considerar a los británicos como una sociedad excéntrica, de dudoso gusto al vestir y con una gastronomía de la que huir despavorido. A todas estas verdades históricas se les ha de sumar esos aires injustificados de superioridad y un egoísmo que roza lo patológico. Quizás sean sólo eso, clichés, o quizás no.