La sociedad civil polaca se ha movilizado en un acto sin precedentes, retirando las vallas que rodeaban el Sejm, la cámara baja del parlamento polaco. Esta acción marca el fin del dominio de la derecha populista de Ley y Justicia (PiS) en la vida política del país. La policía no intervino en este acto espontáneo, lo que representa un momento histórico para la sociedad polaca.
La remoción de las barreras, instaladas por el partido de Kaczyński en diciembre de 2016, ocurrió durante la ceremonia de apertura del nuevo Sejm. En esta ocasión, el PiS no logró elegir suficientes diputados para formar un nuevo gobierno. Después de que todos los parlamentarios prestaran juramento, el primer ministro Mateusz Morawiecki presentó su renuncia.
En medio de este evento, Morawiecki hizo una declaración que dejó en claro las intenciones del PiS en el futuro político del país. «Recientemente celebramos el 105º aniversario de la recuperación de la independencia de Polonia. Esto es motivo de celebración, pero también es una responsabilidad que nos obliga a proteger y controlar nuestra independencia», afirmó. El presidente polaco, Andrzej Duda, a pesar de no tener los números para hacerlo, encargó a Morawiecki la formación de un nuevo gobierno.
El próximo gobierno polaco estará compuesto por los liberales de Plataforma Cívica (PO), los centristas de Tercera Vía y la Izquierda. Este será un desafío considerable para el presidente Duda, quien busca mantener la continuidad en múltiples áreas de gobierno, desde programas de armamento hasta la introducción de energía nuclear en el país. Además, Duda se opone firmemente a cualquier intento de reducir la edad de jubilación.
Duda también podría obstaculizar al nuevo gobierno en otros asuntos cruciales, como la reestructuración de los medios de comunicación públicos, que han estado bajo el control del PiS en los últimos años, y la «desorbización» del sistema judicial. El derecho al aborto también será un tema importante en la agenda política, ya que la izquierda polaca ha presentado proyectos de ley para legalizar los abortos voluntarios hasta la duodécima semana y despenalizar el aborto. Los líderes de la coalición que derrotó al PiS en las elecciones se han comprometido a encontrar una solución para mejorar las condiciones de las mujeres en Polonia.
En las próximas semanas, se discutirán estos temas en el parlamento, mientras la coalición que derrotó al PiS en las urnas forma su propio gobierno. La sociedad polaca está expectante ante estos cambios y espera que este nuevo gobierno sea capaz de llevar adelante las reformas necesarias para fortalecer la democracia y garantizar los derechos de todos los ciudadanos.