Dossiers du prédateur: Macron et les complots secrets de l’espionnage international

El 6 de octubre de 2023, una impactante investigación llevada a cabo por una colaboración entre el prestigioso periódico Domani, Mediapart y Amnistía Internacional ha puesto a Francia bajo los reflectores. ¡Y vaya que ha revelado información impactante! La investigación, conocida como «Predator files», ha arrojado sombras sobre la presidencia de Emmanuel Macron y ha expuesto una oscura realidad.
Resulta que Francia ha estado vendiendo sistemas de vigilancia, conocidos como «Predator», a países con gobiernos autoritarios. ¡Incluso Egipto está entre ellos! El software Predator, producido por la empresa francesa Nexa y la empresa israelí Intellexa, ha sido utilizado para monitorear a la población en estos países. Pero eso no es todo, la investigación también ha revelado operaciones secretas con Libia y negociaciones con Arabia Saudita.
La investigación se basa en documentos obtenidos por Mediapart y Der Spiegel, y cuenta con la colaboración de la red EIC (European Investigatives Collaborations) y el apoyo técnico del Laboratorio de Seguridad de Amnistía Internacional. Además de Egipto, se ha descubierto que el software Predator también se encuentra en Madagascar y Vietnam, lo que demuestra una participación internacional significativa.
Pero lo más relevante de todo es que se ha descubierto que el software no se utiliza para combatir el terrorismo, a pesar de que esa es la justificación oficial para su compra. La alianza entre Francia e Israel para la venta de este software data de 2007, cuando se desarrolló el software Eagle para el régimen de Muammar Gaddafi en Libia. Gracias a la intervención de Nicolas Sarkozy, en aquel entonces presidente francés, el software se extendió a Kazajistán y Qatar. Tras la muerte de Gaddafi, Nexa adquirió el software y lo renombró como «Cerebro». Alexandre Benalla, un colaborador cercano a Macron, jugó un papel crucial en estas operaciones de venta, facilitando la compra por parte de Arabia Saudita. Además, la empresa tiene una filial en Dubái para eludir restricciones legales en las ventas.
Cabe destacar que Estados Unidos ha llamado la atención sobre este tema, incluyendo a Intellexa en su lista negra por sus actividades contrarias a los intereses nacionales y a la política exterior estadounidense. Sin embargo, la Unión Europea aún no ha tomado medidas similares. Según Amnistía Internacional, el software Predator se utiliza en Sudán, Madagascar, Mongolia, Kazajistán, Egipto, Indonesia, Vietnam y Angola.
Esta investigación ha planteado cuestiones fundamentales sobre la conducta internacional de Francia y el uso de tecnologías de vigilancia en países con gobiernos represivos. Ahora, Europa y el resto del mundo se encuentran evaluando las implicaciones de estas revelaciones. ¿Cuáles serán las consecuencias para Francia y los gobiernos involucrados en esta controversia? La atención internacional se centra en cómo se abordará este delicado tema en las relaciones diplomáticas y en el ámbito de los derechos humanos en los próximos meses. ¡No podemos perder de vista este crucial desarrollo!