Contaba el bodeguero cordobés Rafael del Pozo que su abuelo le recordaba, al hablar del vino Pedro Ximénez, que el genial pintor cordobés Julio Romero de Torres, gran amante del vino de Montilla-Moriles y gran amigo del abuelo de Rafael, tenía siempre gran gusto de acompañarle en las visitas a las bodegas